Te dejé una carta en la mesita de luz.
Ahi te cuento con detalles lo estupida que soy, lo loca que me estoy volviendo y lo mucho que me va a doler cuando la leas.
Te veia dormir, y pense que es mejor asi. Cuando pase la anestecia solo te quedan luces fuertes y una cicatriz ardiente.
Me lleve el oso de peluche, el libro de García Lorca, el DVD de Nirvana en NY y esa pulserita de cuero que compramos las vacaciones pasadas.
Te voy a rozar la muñeca, voy a imaginar que te doy un último beso, y voy a cerrar la ventana.
Así cuando despiertes, veas un vacio tibio, un dejo de perfume y un poco de polvo donde estaba yo. Y espero que no me extrañes, ni me busques, ni me necesites, ni me pienses, como yo a vos.

Te dejo un café, solo tenes que calentarlo un poco. Las galletas estan en el estante del medio, y el jugo afuera, porque nunca te gusto bien frio.

Por cierto, no busques la llave en la caja de anillos, me la lleve conmigo.