En una oportunidad, me acompañó a casa y al decirme buenas noches, con un gesto inesperado me tomó la mano y me besó el dedo índice. Luego lo mordió con fuerza. El asombro y el dolor me hicieron jadear. Me miró sin sonreir.
-Nunca tenés qe confiar en mí, no lo olvidés nunca.
te recomendaria q la proxima vez lo muerdas vos xDD
ResponderEliminarjajajaja!! me encanto el comentario de XtinchoX jajaja
ResponderEliminarestoy deacuerdo....
sale lokita!!!:. ke esta increible tu blog...
bezhotes!!!!